La cancelación de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) tiene graves repercusiones en la economía nacional, advirtió la diputada del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Norma Azucena Rodríguez Zamora.
La legisladora del sol azteca, abundó que uno de los efectos más nocivos en esta situación, es la falta de certeza que genera la decisión del actual gobierno federal, “ya lo estamos viendo en estos días con el fallido intento de recompra de los bonos internacionales del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México”.
Durante un exhorto al Ejecutivo federal para hacer pública la ruta para la cancelación de la obra en Texcoco, Rodríguez Zamora, recordó que los costos financieros valuados en mil 800 millones de dólares para el prepago de los bonos internacionales más un estimado de mil millones de dólares para la llamada fibra E, serían pagados con la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA).
Por ello, dijo, la pregunta radica de dónde saldrá el dinero para pagar a los inversionistas afectados por la suspensión del NAIM.
“En su discurso de toma de posesión el Presidente de la Republica afirmó que la cancelación de la obra en Texcoco y su sustitución por el Plan Metropolitano de Aeropuertos, representaría un ahorro de cien mil millones de pesos, pero hay que decir que sus cuentas no cuadran, despiertan más dudas que certezas”.
Sobre convertir la base aérea de Santa Lucía en un aeropuerto civil, la legisladora comentó que aún no se cuenta con el proyecto ejecutivo ni los estudios ambientales de aeronáutica ni los de conectividad para este proyecto.
Detalló que el costo de esta obra se puede estimar en unos cinco mil millones de dólares, a los que se deben añadir dos mil millones para adecuar los aeropuertos de Toluca y la Ciudad de México, más unos mil 300 millones de dólares para construir las vías de acceso a Santa Lucía y un tren rápido entre la base aérea y el aeropuerto Benito Juárez.
“A estos costos, se debe añadir la construcción de una nueva base militar para la Fuerza Aérea y los trabajos de remediación de Texcoco, incluida la demolición de lo ya construido. La remediación ambiental y la reparación de los daños a los vecinos y las comunidades afectadas por la obra fallida”, concluyó.
