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La sirena Jessica Avilés se cuelga la primer medalla en Parapanamericanos

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Redacción | Toronto, Canadá.
“Creo que nadie llega a la cima sin compañía, el que piensa que lo logró solo, es un egoísta, está confundido, porque siempre tenemos a una persona o varias más detrás de nuestros triunfos, todos necesitamos ayuda de alguien”, asegura Jessica Saraí Avilés Hernández, quien conquistó su primera medalla internacional en la quinta jornada de natación de los Juegos Parapanamericanos Toronto 2015.
“Estoy muy emocionada, contenta de haber ganado una presea para México, es mi primera medalla parapanamericana, aún no me la creo y motivada para lo que sigue, pasado mañana me toca otra prueba y ojalá pueda poner otra vez el nombre de México en alto”, declaró la sirena de 20 años, quien registró un tiempo de 1 minuto, 25 segundos, 24 centésimas, en la final de 100 metros libre, categoría S7, para conquistar la medalla de bronce.
Jessica nació en el Distrito Federal, el 13 de octubre de 1994, con mielomeningocele, una afectación en el que la columna vertebral y el conducto raquídeo no se cierran antes del nacimiento.
“Inicié en la natación por terapia, porque tenía que tener alguna actividad y empecé como rehabilitación a los seis años, iba una o dos veces por semana, yo encantada porque desde chiquita tuve un click con el agua, de hecho aprendí a nadar muy rápido, al mes ya nadaba sin flotadores”, recuerda la también estudiante del quinto semestre de nutrición.
Siete años después, a los 13 de edad, inició sus competencias en Paralimpiada Nacional, donde dos años más tarde fue convocada por el entrenador Fernando Gutiérrez Vélez para formar parte de la selección nacional.
“El profesor tiene un gran equipo de trabajo, es muy profesional en lo que hace, tanto conmigo como con mis otros compañeros, se ve, los resultados son bastante buenos y tiene mucha experiencia, yo confió en él y en que esto va para grandes cosas, esto sólo es el principio”, asegura la medallista.
A sus 20 años, el futuro es prometedor para la joven, quien tiene muy claras sus próximas metas. “Primero clasificar a los Juegos Paralímpicos, por lo que voy a prepararme para el selectivo que será en noviembre y después meterme entre las ocho mejores del mundo, tener la oportunidad de nadar una final mundialista, eso es a corto plazo”.
Para lograr sus objetivos, Jessica Saraí sabe que el trabajo debe ser constante. “Estamos en un ciclo pesado, de marzo, que fue el último selectivo, a la fecha actual tuvimos una carga grande, nadamos diario de 3 a 4 horas, más una de gimnasio, a veces nadamos doble sesión, por la mañana y por la tarde, obviamente para Río será diferente, el entrenador la modifica a las condiciones de cada competencia y cuando no hay evento se baja la carga, pero se sigue con el trabajo porque no puedes perder la base aeróbica”, explica.
Por último, dedica sus triunfos a México, a su entrenador, sus amigos, pero principalmente a sus padres. “Soy hija única, muy apegada a mis padres, siempre hablo con ellos, son un gran apoyo, creo que si tienes una buena comunicación con ellos, tienes la base para lograr cualquier cosa, porque quien más te va a apoyar como tus padres, en nadie vas a encontrar esas palabras de amor, esa confianza y esas palabras de aliento necesarias para salir adelante”, concluyó.