Redacción | México D.F.
A menos de un año de haberse concretado la última de las reformas estructurales de un paquete que comprenden los temas educativos, de telecomunicaciones, financiera y hacendaria, aún es muy pronto para creer que ya hay resultados positivos tangibles porque, de ser así, el peso no sería tan inestable y el pronóstico de crecimiento dejaría de estar a la baja como se ha registrado en esta primera mitad del año, indicó Lourdes Medina Valdes, integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
La legisladora federal dijo que, antes de echar las campanas al vuelo y festejar los resultados electorales atribuidos a las reformas estructurales, debería de caber la prudencia en los funcionarios del Gobierno, sobre todo cuando ya se prepara la propuesta económica para el paquete de 2016.
“Salir a decir que los resultados electorales del país son consecuencia del avance y la aplicación de las reformas o de la economía, es una falacia; es no querer ver la viga en el ojo propio y señalar la paja en el ajeno, pues hay claridad de que las medidas económicas tomadas en tres años de esta administración federal no han sido certeras ni tampoco las necesarias. El problema, lo dijo The Economist, es que no se dan cuenta y aquí se reitera la sentencia”, explicó.
Medina Valdes, quien también es secretaria de la Comisión de Fortalecimiento al Federalismo, dijo que en la conformación del paquete económico para el siguiente año se tiene la obligación de dar un paso más en la ruta hacia la ‘despetrolización’ de la economía del país a partir del Presupuesto Base Cero y ello exige seriedad, prudencia y sensatez en la conformación de la propuesta.
“Que no sea la celebración de los resultados inconclusos de una serie de reformas, las que ofusquen la visión de claridad y de futuro que debe de haber en el Gobierno Federal para la estructuración de un plan económico para el 2016, año que se prevé como uno de los más difíciles del sexenio, al dejar de contar con recursos por ventas petroleras ante la caída del precio del hidrocarburo.
Para aplaudir los resultados de las reformas, primero tendrán que sentirse en la economía, concretamente, en los bolsillos de los mexicanos, pues aunque México tenga la imagen de país ‘reformador’, de ello no viven las familias mexicanas”, expuso.
La diputada federal por Quintana Roo dijo que la próxima legislatura tendrá una gran responsabilidad al fungir como equilibrio, pero sobre todo, contrapeso del Poder Ejecutivo federal, pues su tarea será pasar por el tamiz de los debates en el pleno, las propuestas que puedan conformarse por cada bancada en lo que será la 63 Legislatura, en donde la única brújula tendrá que ser el bienestar y el desarrollo de los mexicanos.
“Estará en las manos de los futuros diputados ser el fiel de la balanza para integrar un plan económico efectivo, pero sobre todo, inteligente, con el cual subsanar la falta de dinero por venta de petróleo, de manera que hagan que la cobija del presupuesto 2016 abarque los planes más importantes que lleven a nuestro país a salir del sitio en el que se encuentra pues, ante cualquier señal de nerviosismo financiero en el mundo, nuestra economía se tambalea”, indicó.