El Presidente de México, Enrique Peña Nieto, recibió la Gran Medalla de la Ciudad de Marsella de manos del Alcalde y Vicepresidente del Senado, Jean-Claude Gaudin, en un acto en el que ambos, en homenaje al diplomático mexicano Gilberto Bosques Saldívar, develaron la placa que da su nombre a la plaza del Consejo Regional.
En el acto, celebrado en la sede del Ayuntamiento, el Primer Mandatario afirmó que “el actuar de Gilberto Bosques constituye un ejemplo y una inspiración para México y el mundo, y así lo ha reconocido Francia este día”.
Dijo que “hoy mi país asume su responsabilidad global con apego a los principios que Bosques promovió y defendió. Me refiero a la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de controversias, así como el respeto, protección y promoción de los derechos humanos”.
Explicó que “con estos valores continuaremos escribiendo nuevas páginas de amistad y cooperación con el mundo, con Francia y con Marsella. Seguiremos avanzando juntos con firme determinación republicana y profunda convicción democrática”.
El Presidente Peña Nieto agregó que “su trabajo en favor de los refugiados trasciende hasta nuestros días, pues su labor humanitaria inspiró el desarrollo de nuevas normas de protección para los derechos humanos que hoy están consagradas en distintos tratados internacionales. Su legado y ejemplo constituyen un vínculo histórico indisoluble que unirán a Marsella y México por siempre”.
Destacó que en total, gracias a su valiente labor diplomática y solidaridad, “México salvó del exterminio a un estimado de entre 30 y 40 mil personas. Frente a la capacidad destructiva del totalitarismo, la intolerancia y el odio, Gilberto Bosques antepuso la capacidad constructiva del trato humano, la justicia y la razón”.
El Mandatario mexicano recordó que “durante la Segunda Guerra Mundial, la Ciudad de Marsella fue ejemplo de valor, como baluarte de la resistencia. Aquí, durante momentos de gran adversidad, se enarbolaron los principios supremos del pueblo francés: libertad, igualdad y fraternidad. De aquella época, un mexicano universal, Gilberto Bosques Saldívar, escribió en este puerto uno de los capítulos más memorables y honrosos de la política exterior de mi país”.
Mencionó que, como Cónsul General de México en Francia, se estableció en Marsella en 1940, hace ya 75 años, después de verse obligado a abandonar París por la ocupación del ejército alemán, y “con un profundo sentido solidario, comprendió la gravedad del momento histórico que le estaba tocando vivir, y resuelto, sin titubeos, puso a la diplomacia mexicana al servicio de los más desprotegidos.”
El Primer Mandatario dijo que bajo el liderazgo de Gilberto Bosques, el Consulado de México recibió y protegió a miles de mujeres y hombres, sin importar su condición social o situación económica, su ideología o religión, su nacionalidad o raza. “Bosques les dio alimento, cobijo y esperanza”, expresó.
Indicó que miles de personas, entre ellas intelectuales, artistas y líderes políticos de oposición, se acercaron al Consulado para solicitar la visa mexicana para salvar su vida.
En una ceremonia por separado en el Museo de las Civilizaciones de Europa y el Mediterráneo (MUCEM), el Presidente Peña Nieto y su homólogo francés, François Hollande, cancelaron el Timbre Postal “Gilberto Bosques” 2015.